Quise escribir algo hermoso sobre ti.
Sobre tu cabello húmedo.
Sobre esa tarde. No pude.
Comencé una y otra vez pero las ganas de decir lo que
recordaba desaparecían.
En este momento vuelven, como si estuviera allí, contigo,
viéndote.
Admirando tu color de piel.
Sintiendo tu sonrisa.
Hoy te siento como esa tarde. La tarde.
Sólo era para un momento y resultó ser para siempre, en mi recuerdo,
en mi mente.
Hasta tus hombros, descubriendo, para mi imaginación, tu
vestido verde.
Calgary, 16 de octubre de 2013
No comments:
Post a Comment